Podría enredarme con su cabello… si quisiera,
podría perderme en aquella selva negra,
creando un océano profundo y eterno,
navegando en sus rizos de azabache. 

Si quisiera, también podría apresarme en sus ojos negros,
encarcelándome en esa noche oscura,
intentando no ahogarme en la tinta de su ser.

También podría atraparme con la curvatura de su labio inferior,
lanzándome un ancla para que no huya,
creándome un lugar seguro para estar.

Podría tomar mis manos con tal fuerza que quebraría mis dedos,
dejándome sin hechizos que escribirle ,
dejándome indefensa ante su encanto,
pero mis letras son golpes a su lado más humano.

Es la luz y la oscuridad unida en un mismo ser,
es la ira y la calma, es la noche y el día,
es todo y nada a la vez,
porque siendo nada combina todo, 
y mientras destruye la nada, lo crea todo.

Es ángel y demonio,
tan real como un humano, 
tan inmortal como un mago,
tan suave como la brisa,
tan rudo como un golpe en la cara.

Si quisiera me desarmaría por partes,
dejándome caer hasta romperme,
pero soy todo en sus manos,
y él es viento en las mías.